Feminismo no es lo contrario de machismo

Equality conceptLa palabra feminismo no es un antónimo de machismo.

En los medios de comunicación no es infrecuente encontrar frases en las que esos dos términos se usan como opuestos: «Afirma que no es machista ni feminista, sino que busca el equilibrio».

Según el Diccionario académico, feminismo es el ‘principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre’ y el ‘movimiento que lucha por la realización’ de esa igualdad.

Por su parte, la misma obra define machismo como ‘actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres’ y ‘forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón’.

Como puede apreciarse en las definiciones, no se trata de dos términos equiparables, ya que, mientras que el feminismo es la búsqueda de la igualdad entre sexos, el machismo supone una preponderancia del varón.

Para cubrir ese hueco semántico, el de una palabra que aluda a una defensa de la superioridad de la mujer sobre el varón, se emplea en ocasiones el término hembrismo.

Se trata de una voz correctamente formada y que se emplea en ocasiones como par lingüístico de machismo. Sin embargo, mientras que machismo designa tanto una actitud como una estructura social históricamente asentada, el hembrismo no se define como un sistema con existencia real, sino meramente como la actitud particular de algunas personas que abogan por la prevalencia de las mujeres sobre los hombres.

No obstante, muchos colectivos rechazan el término, pues entienden que se emplea de forma peyorativa para atacar los postulados feministas y que designa una realidad que no existe.

Conviene subrayar que la voz hembrismo, que está adquiriendo ese significado en los últimos tiempos, tiene otro menos usual y restringido a los campos de la psicología y la sociología. En concreto, algunos especialistas emplean esa voz para aludir a una exagerada actitud de sumisión, pasividad y resignación frente al hombre.

Palabras difíciles de pronunciar

hablar

La Dinastía Sheng solía grabar símbolos sobre los caparazones de las tortugas para expresarse, posteriormente utilizaron la superficie de los bambúes para grabar figuras que ellos consideraban mensajes. En el año 1600 a.C. fue cuando esta dinastía utilizó materiales extraídos de la misma tierra para exteriorizar de manera “visual” lo que a veces no podían transmitir de manera verbal.

dinastiaCon el tiempo estos símbolos fueron tomando forma y al pasar de una dinastía a otra se fueron detallando cada vez más. No fue hasta que la Dinastía Han (200 a.C.) transformó todos estos gráficos en un verdadero lenguaje escrito y formal que aún es utilizado por la cultura asiática. La evolución y perfeccionamiento de los símbolos que conforman la escritura china sucedió con el descubrimiento de la elaboración del papel, así como de herramientas que mejoraron la caligrafía de cada trazo, por ejemplo, pinceles hechos de bambú y pelo de cabra.

El número de caracteres que conforman el diccionario chino es de casi 48 mil símbolos, los cuales se traducen en palabras creadas a partir de estos signos y su combinación.

dinastia

A diferencia de esta escritura, nosotros, los hispanos, poseemos un alfabeto de letras, no de trazos, con las cuales armamos palabras que a su vez se reúnen para expresar una idea de manera escrita o verbal. Comparando nuestra escritura con cada símbolo chino, queda bastante claro que no nos resulta tan complicado trazar las letras de nuestro abecedario, pues se trata de un verdadero arte caligrafiar estos caracteres.

Sin embargo, existen algunas palabras en nuestro idioma que pronunciar ¡sí está en chino!

  1. Electroencefalografista (23 caracteres)
  2. Esternocleidomastoideo (22 caracteres)
  3. Electroencefalografía (21 caracteres)
  4. Otorrinolaringólogo (19 caracteres)
  5. Desoxirribonucleico (19 caracteres)
  6. Electrocardiograma (18 caracteres)
  7. Fotosintéticamente (18 caracteres)
  8. Electrodoméstico (16 caracteres)
  9. Arteriosclerosis (16 caracteres)
  10. Paralelepípedo (14 caracteres)
  11. Caleidoscopio (13 caracteres)
  12. Ovovivíparo  (11 caracteres)
  13. Homopedonecrozoofílico (22 letras)
  14. Hipopotomonstrosesquipedaliofobia (33 letras)
  15. Pneumonoultramicroscopicsilicovolcanoconiosis (45 letras)

Antes de hablar en público o para evitar errores con palabras “raras”, ejercita tu boca, sí, es real que los labios y la lengua también necesitan ejercitarse. Pon un lápiz entre tus dientes y practica la palabra varias veces, haz ruidos chistosos con tus labios o lengua y ábrela como un camello hasta que sientas que eá lo suficientemente flexible como para ser el rey del trabalenguas.

Respira y tómate tu tiempo antes de soltar una palabrota, cuando dejas entrar oxígeno a tu cerebro, además de relajarlo, lo previenes de mejor manera para lo que está por venir.

Un secreto infalible para no cometer errores a la hora de leer o pronunciar una palabra que comúnmente no utilizamos, es el de escribir y leer en voz alta una, dos y las veces que sean necesarias lo que vas a decir, además de guardarlo muy bien en tu memoria, recordarás como un pequeño clip el momento en que escribiste cada letra, por lo que serán menos las veces que te equivoques al hablar.

Te parecerá infantil, pero lo mejor para volverte un experto en dicción es jugar con los trabalenguas más complicados para ti, haz una lista y escoge los que te parezcan más incómodos a la hora de leerlos en voz alta, tal vez tu coco sea la letra “r” o tu problema aparezca cuando te trabes al ver tantas “b” juntas, encuentra tu debilidad y transfórmala en oportunidad.

La lectura, desde el texto más sencillo hasta el más rebuscado, es sin duda una herramienta indispensable para tener conocimiento de palabras con las que no estamos familiarizados, al ampliar nuestro vocabulario, serán cada vez menos las palabras que desconocemos y que se nos dificulten pronunciar.

¡Cuidado con las palabras!

PalabrasPensamiento

Las palabras son así, disimulan mucho, se van juntando unas con otras, parece como si no supieran a dónde quieren ir, y, de pronto, por culpa de dos o tres, o cuatro que salen de repente, simples en sí mismas, un pronombre personal, un adverbio, un verbo, un adjetivo, y ya tenemos ahí la conmoción ascendiendo irresistiblemente a la superficie de la piel y de los ojos, rompiendo la compostura de los sentimientos, a veces son los nervios que no pueden aguantar más, han soportado mucho, lo soportaron todo, era como si llevasen una armadura
Saramago, José. “Ensayo sobre la ceguera.
Las palabras aguardan para ser utilizadas. Dependen de la arquitectura en nuestras frases para que comuniquen una idea, tengan sentido y expresen nuestro pensamiento. Cada una, por sí misma, lleva consigo su significado. Y por ello, el cuidado en su uso es imprescindible, para que comuniquen lo que queremos y se alejen de lo que no deseamos comunicar.