Análisis del público

publico-objetivo

 

El Buen Orador debe estar atento al público al que dirige su discurso, no sólo en el momento de la presentación, sino mucho antes de ella, para preparar lo necesario de acuerdo al público. De allí la importancia de un buen análisis del público. El emisor, de cualquier mensaje que se trate y utilizando cualquier medio de comunicación, debe tener en cuenta que no es lo mismo que se trate de un niño o de un adulto, como tampoco es lo mismo que se trate de un mudo o de una persona que habla. Por tanto, la práctica común de un buen orador será la de tener la costumbre de observación sobre todos los datos del público a quien dirigirá su mensaje. Veamos un poco de esto.

¿Qué debemos analizar?

El público es aquel conjunto de personas que son receptoras de un medio de comunicación, es decir, son aquellos que leen la prensa, oyen la radio, ven la televisión y el cine, y en nuestro caso, aquellos que escucharán el discurso preparado por el orador. El público objetivo es, entonces, ese conjunto de seres humanos hacia el que van dirigidas las palabras, gestos, actitudes… del orador, de acuerdo a los intereses de éste y las afinidades de aquellos.

Partiendo de esta definición, podemos muy bien, preocuparnos por determinar las características necesarias que debe conocer el orador para dirigirse al público. Alan Monroer y Douglas Ehninger proponen un esquema para el análisis del público. Se destacan, pues, los siguientes puntos:

  1. Cantidad
  2. Sexo.
  3. Edades.
  4. Clase socioeconómica.
  5. Nacionalidad.
  6. Grupo étnico.
  7. Intereses primarios.
  8. Actividades preferidas.
    • Políticas.
    • Económicas.
    • Religiosas.
    • Profesionales.
  9. Grupos formales e informales.
  10. Conocimiento sobre el tema.
  11. Nivel de educación.
  12. Valores.
  13. Creencias.
  14. Opiniones.
  15. Necesidades.
  16. Preocupaciones.
  17. Actitudes:
    • Hacia mí.
    • Hacia el tema.
    • Hacia mi propósito.
  18. Adaptaciones al público.

Teniendo un análisis del público de este tamaño puede resultarnos muy favorable para poder preparar el discurso y compartirlo, porque de acuerdo a todas estas características se acomodará nuestra manera de presentarnos ante el público.

Es tan necesario el análisis del público como la preparación del discurso, porque puede estar muy bien preparado el discurso, pero si no se conoce el público al que se transmitirá el mensaje, puede ocasionar poco entendimiento o, bien, frustración por la poca influencia que se ha tenido en él. O bien, puede estudiarse muy bien al público, pero no tener el discurso preparado, traería nefastas consecuencias, porque se conoce al público, pero no el mensaje. De aquí llegamos a la conclusión que un buen orador tiene que «tener un ojo al gato y otro al garabato», es decir, no puede descuidar ni la preparación de su discurso, y mucho menos, el estudio, aunque sea mínimo del público con quien estará.

Después, en el momento del discurso, también debe estar muy atento a las reacciones del público, a esa comunicación no verbal que transmiten las personas, para dar agilidad al discurso o lanzar preguntas, o incluso, modificar la presentación. El público siempre dice mucho, y por ello, se debe repasar con la mirada a cada uno de los presentes, para descubrir el impacto del tema, su disgusto o contento por el tema, y quizá, si es necesario un descanso o un momento relajante por lo tenso del ambiente.

¿Por qué el análisis del público?

Todo lo descrito anteriormente tiene su finalidad u objetivo, no sólo es para complicar la existencia del orador, sino para ser dirigido hacia la funcionalidad del discurso y acercamiento a la realidad del público. El análisis del público tiene entre otras funciones, ayudar a crear dentro del discurso, actos de disonancia y actos persuasivos, que generen respuestas positivas. Sea que se trate de un discurso exclusivamente informativo, sea que tenga contenido conductual e incluso moralizante, sea que pretenda cambiar de opinión y transformar los comportamientos… de cualquier manera, el discurso debe estar dirigido al público y provocar en él algo, de tal manera que no se quede reducido a la nada.

De acuerdo al tema, el orador debe buscar en el público un acto de disonancia, para interesar a las personas en la presentación del discurso. Quien no es capaz de persuadir al público, mantener la atención y provocar la transformación en las actitudes del público, quizá sea porque aún no ha aprendido a observar al público, y mucho menos, a estudiar las características del grupo al que se enfrenta. De allí nace, incluso, la necesidad de tener, aunque sea mínimamente, conocimiento de psicología y comportamiento humano, no sólo de un estrato social, sino de todos.

El arte de comunicar bien, tiene sus bases también en el acto de persuasión que consiste en mover al público a aceptar nuestro punto de vista, y no solamente influir sobre ellos. Quien influencia no pretende cambiar de actitudes de tal o cual persona, quien persuade sí, y se esfuerza en ello. Cuando se conoce el público al que se dirige el mensaje, puede darse este acto persuasivo, que conduce a la transformación o cambio de actitudes, que podríamos calificar como «conversión». El acto de persuasión tiene como pilares: el ethos, es decir, la bondad moral del mensaje y de quien actúa como fuente de información o persuasión; el logos, es decir, los argumentos; y, el pathos, es decir las emociones que dan soporte a los argumentos.

De todo lo dicho anteriormente, es clara ya nuestra conclusión: es importante el análisis del público para el orador, pues éste le capacita para descubrir el lenguaje adecuado, la sencillez o complejidad del discurso, las actitudes en el orador… y, por si fuera poco, la manera de presentarse en el vestir. El conocimiento del público no es accesorio para el orador, sino fundamental, para darle orientación al discurso e influir positivamente en el público, pues de otra manera, el discurso quedará reducido a información amorfa que no produce nada.

 

 

 

Contacto visual

“Un ojo puede amenazar como un rifle cargado y apuntando, puede insultar como las burlas o las patadas o con ánimo distinto (y a través de rayos de bondad) puede hacer el corazón bailar de alegría”

Ralph Waldo Emerson

 

Objetivo de comportamiento para la comunicación visual …mirar a otra persona con sinceridad y sin titubear.

En las comunicaciones individuales, la comunicación visual normal debe ser de 5 a 15 segundos. Para individuos dentro de un grupo debe ser de 4 a 5 segundos. Haga un hábito de esto para que cuando esté bajo presión mantenga un patrón de mirada contada sin la necesidad de reflexionar sobre el asunto.

Lo que algunas personas hacen

Pedro es ministro de una pequeña iglesia. Cuando dirige la oración, mantiene los ojos cerrados durante 2 o 3 segundos entre las miradas hacia su público, quizá asumiendo una actitud Divina, pero más bien dando una impresión de distancia. Este patrón de hábito también entra dentro de sus conversaciones personales. Él no sabe que tiene «parpadeo lento», lo que hace que su público. se sienta alejado.

Juan es un productor cinematográfico que tiene la costumbre de mirar hacia la parte inferior de la mejilla derecha de la persona que lo escucha  Esto causa una impresión de torpeza o distancia sin que él lo sepa.

Mariana es directora de personal para una importante compañía. Al entrevistar a las personas, casi siempre mira hacia la ventana cuando habla y hace preguntas. Esto la hace parecer poco interesada y distante.

Patricia es una gran oradora profesional que emociona a su público con interesantes historias y anécdotas personales. Lo malo es que ella reduce su impacto personal al mirar a las personas de su público por casi medio segundo o menos. Aunque siente que tiene buen contacto visual, los individuos de su público no sienten que se esté dirigiendo a ellos correctamente.

Mejorar su comunicación visual

La comunicación visual es la habilidad más importante entre sus herramientas de impacto personal. Los ojos son la única parte de su sistema nervioso central que tiene contacto directo con otra persona. No piense simplemente que hacer «contacto visual» es suficiente. Una buena comunicación visual significa más que una mirada casual.

Intimidad, intimidación e implicación

Las tres «les» de la comunicación son intimidad, intimidación e implicación. La intimidad y la intimidación significan mirar a otra persona por un largo periodo de tiempo (de 10 segundos a un minuto o más). Pero más del 90% de nuestras comunicaciones personales (especialmente en lo que se refiere a negocios) requieren de implicación. Esto merece toda nuestra atención y es la base del siguiente material.

Cinco segundos para mayor efectividad

Cuando hablamos con otra persona y estamos emocionados, entusiasmados y confiados, por lo general la miramos durante cinco o diez segundos antes de voltear la vista. Esto es natural en la comunicación entre dos personas. Esto es también lo que se debería hacer en cualquier situación. Ya sea hablando con una persona o con mil. Las personas que escuchan se sienten cómodas con los cinco segundos en la mayor parte de sus comunicaciones, así que es lógico que usted cumpla esas expectativas. 

Cuídese de disparar la vista

El problema de la mayoría de nosotros cuando nos sentimos presionados es que miramos hacia cualquier lugar menos a la persona que nos escucha. Nuestra mirada tiende a dispararse hacia todas partes como conejos asustados. Esto demuestra un nerviosismo que afecta nuestra credibilidad. Mirar hacia otra parte que no sea la persona con la que hablamos aumenta esta tendencia y hace que el que nos escucha se sienta incómodo.

Cuídese del parpadeo lento

Por otra parte, es igual de desconcertante desarrollar el hábito del «parpadeo lento». Esto es cuando usted mantiene sus párpados cerrados por 2 o 3 segundos. Esto transmite el mensaje «en realidad no quiero estar aquí». Por lo general los que lo escuchan tampoco lo querrán.

La comunicación visual y la televisión

Con la llegada a la era del video, todos estaremos en la televisión tarde o temprano (como un modo de adiestramiento o tal vez en una videograbación casera). Es importante tener una comunicación visual estable con el entrevistador y con cualquier otro que aparezca frente a las cámaras. Nunca vea directamente a la cámara. El teleauditorio en realidad lo está observando por medio de la cámara, así que trate a la cámara como el «observador» que realmente es.

Incidencia del ángulo del ojo

Un último consejo. Si se está dirigiendo a un grupo numeroso y la incidencia del ángulo de su ojo entre cada individuo es reducida, una comunicación visual extensa (5 segundos) es aún más importante. Esto se debe a que cuando usted mira a una persona, otros alrededor de esa persona pensarán que usted les está hablando sólo a ellos. 

Aplicación a los negocios

Usted usa sus ojos para comunicarse el 90% de las veces en los negocios (sin contar el teléfono). Cuando se comunique con personas con las que se encuentre en sus negocios (colegas, clientes. jefes, etc.), concéntrese en la manera en que los está mirando. Imagínese cómo se ve cuando está molesto o contento. Al igual que un vendedor, resuelva cómo mirar a un cliente difícil antes de una venta. Compare eso a como usted se ve después de cerrar el trato. Fíjese en el patrón de los ojos de otros durante una entrevista de empleo o una revisión de trabajo. Luego aplique sus recién adquiridos conocimientos a sus propios patrones de vista de una manera más electiva y confiada.

A continuación se dan algunos ejercicios para desarrollar sus habilidades y algunos consejos para aumentar sus comunicaciones visuales en las situaciones interpersonales que enfrenta a diario. Practique cada uno de ellos diariamente. Al principio puede ser que se sienta un poco raro o apenado, pero como cualquier otro comportamiento aprendido, la práctica constante aumentará su confianza y mejorará notablemente su «comunicación visual».

Mirada
Ejercicios para la comunicación visual: conciencia y desarrollo de las habilidades

  1. ¿Hacia dónde mirar? En sus siguientes diez conversaciones, determine hacia dónde mira por lo general cuando habla con otras personas. Advierta que usted no mira directamente a los dos ojos. Puede ver el ojo izquierdo o el ojo derecho de la persona, pero es imposible mirar ambos ojos al mismo tiempo. En conversaciones entre dos personas, los ojos tienden a moverse alrededor de la cara, pero siempre existe un punto en especial donde la mayoría nos detenemos. Encuentre ese punto (¿El ojo derecho? ¿La punta de la nariz? ¿El ojo izquierdo? ¿Directamente entre los ojos?). Cualquier lugar cerca de los ojos es aceptable. Cualquier otro lugar no lo es (esto es el suelo, sobre el hombro del que lo escucha, etc.). Una vez que haya localizado este lugar, trate de estar más consciente y sensitivo respecto de lo complejo que es la comunicación visual. Luego intente ver hacia otra parte y notará el contraste. Esto lo ayudará a no sentirse raro cuando no quiera ver directamente a una persona pero lo tenga que hacer para mayor efectividad.
  1. Reafirmar el hábito de los cinco segundos. Cuando usted está en una reunión o hablando frente a un público, pídale a algún amigo que mida el tiempo que mira a ciertos individuos. Esté consciente de mantener una comunicación visual por cinco segundos con los individuos del grupo a los que se esté dirigiendo.
  1. Aumente su sensibilidad. Hable con un compañero durante un minuto. Pídale a ese compañero que retire la vista por unos 15 segundos mientras usted continúa hablando. A continuación haga que su compañero mire hacia cualquier otra parte menos a usted mientras está escuchando. ¿Cómo se siente? Invierta el proceso y luego discuta la importancia de la comunicación visual en las conversaciones verbales. Note cómo muchas veces hace falta un buen contacto visual en ciertos eventos sociales (por ejemplo fiestas). Practique un mejor contacto visual en estas situaciones informales y note la diferencia en las conversaciones.
  1. Libérese de la intimidación. Si se siente incómodo con un individuo con el que tiene que hablar (como en una entrevista de trabajo, o al hablar con el presidente de una compañía), trate de mirar a la frente de esa persona. Para poder experimentar esto platique con algún compañero que esté sentado a un metro de distancia. Mírelo justo en medio de la frente, un poco arriba de los ojos. Esa persona pensará que usted tiene una buena comunicación visual con él. Sin embargo usted sentirá que no tiene ningún «contacto» en lo absoluto. Esto ayudará a reducir la conexión emocional y parecerá que está hablando con una pared. Invierta el proceso para que su compañero pueda experimentar el mismo fenómeno.
  1. Consejos. Observe a otros (ya sea en persona o por televisión) y note la diferente sensación que le produce cada individuo a través de sus patrones de comunicación visual. Haga un video de usted para ver sus propios patrones visuales. Pregunte a sus amigos lo que opinan de su comunicación visual. Pídale a algún amigo o compañero de trabajo que analice su contacto visual en varias situaciones de comunicación.

Comunicación Oral

La comunicación oral es aquella que se establece entre dos o más personas, tiene como medio de transmisión el aire y como código un idioma. Cada vez que nos comunicamos hacemos uso de un lenguaje. Pero una forma muy particular de usar el lenguaje es la comunicación oral que corresponde al intercambio de información entre las personas sin hacer uso de la escritura, de signos, de gestos o señales, sino utilizando únicamente la voz para transmitir una información.

atencion

Niveles de la comunicación oral

  • Comunicación intrapersonal. Es el acto de hablar con uno mismo, comunicación que ocurre dentro del individuo en ausencia de otra persona. El ser humano repasa conocimientos que requieren antes de efectuarse una actividad o tomar una decisión importante.
  • Comunicación interpersonal. Cuando dos o más personas transmiten un mensaje en forma directa (cara a cara) emisor-receptor.
  • Comunicación pública. Se presenta cuando el peso de la comunicación recae en un emisor que envía su mensaje a un grupo indeterminado de receptores Ejemplo: Un discurso, un instructor para capacitación, un mitin político.
  • Comunicación masiva. Los elementos que intervienen son: emisor-mensaje-canal-receptor retroalimentación y ruido a diferencia con la comunicación interpersonal, la comunicación masiva esta representada por los medios de radio, televisión, cine, periódico, entre otros. El propósito del mensaje es el de informar, entretener, persuadir, educar.
  • Comunicación de Grupos Pequeños. Este está compuesto de tres o mas participantes, la comunicación es reciproca en la que cada uno tiene su rol emisor-receptor, en ella no existe un orden de participación, la cantidad máxima de persona para este grupo es de ocho personas, para que su propósito central sea el cumplimiento tanto en los niveles verbales como no verbales.

La comunicación oral es una habilidad

La posibilidad de comprendernos unos a otros depende mucho de con quién estemos y de las palabras que usamos. El dominio de las habilidades del discurso hablado nos permiten:

  • Comunicar información compleja de manera que todos la puedan comprender.
  • Influir en las actitudes y el comportamiento de la gente.
  • Obtener un empleo.
  • Alcanzar una posición de liderazgo.

El discurso: forma de comunicación oral

El discurso es el razonamiento extenso dirigido por una persona a otra u otras, es la exposición oral de alguna extensión hecha generalmente con el fin de persuadir, y que ella como dijimos se encuentra conformada por tres aspectos que son: Tema o contenido del discurso, Orador y Auditorio. En primer lugar, tenemos el contenido del discurso, el cual debe ser tejido en el telar de las experiencias, debe estar copado de detalles, ilustraciones, personificaciones, dramatismo y ejemplos en algunos casos; y todos estos expresados con términos familiares y concisos los cuales den la comprensión y el entendimiento adecuado; en donde lo que se quiere decir sea entendido por todos

El discurso involucra:

  • Un orador
  • Un mensaje (discurso)
  • Un canal
  • Un público
  • Un contexto
  • Ruido
  • Retroalimentación