Preparación de la exposición

La preparación de un tema para exponer en la Universidad comienza con el paso 1. Decidir el tema. Y lo más importante es que lo vincules con tu campo de conocimiento, es decir, con la carrera que estás estudiando, pues es lo que le dará un sentido a la investigación.

Por ello, en el paso 2. Buscar la información, será muy importante que lo hagas a través de plataformas que te den información académica, ya sea que incorporas en tu búsqueda el tema + campo de conocimiento + issn (clasificación internacional de las revistas académicas), o bien, que utilices bases de datos académicas (Ebsco Host, Google Académico…).

Llega el momento de sumergirse en el tema, de reconocer a los autores más sobresalientes, de descubrir nuevos conceptos y maneras de llamar al tema, y precisar la manera en que puede ser abordado. De ahí, pasamos al paso 3. Elaborar un guión, o un esquema que permita tener claridad la manera en que se construirá el discurso, y que te permita pasar con facilidad al paso 4. Escribir. Y para hacerlo, te sugiero que lo hagas en el tono académico, utilizando el lenguaje que se utiliza en tu campo de conocimiento.

Con ideas claras podemos comenzar con el paso 5. Preparar la presentación, donde lo más importante será sintetizar la información, pensando en la audiencia y la manera en que puede ser atractivo para quien te escucha. Y, finalmente, llegamos al paso 6. Presentar en clase.

Aquí te compartimos algunos consejos útiles para la exposición oral.

Precisión del lenguaje

En la facultad de Medicina, el profesor se dirige a un alumno y le pregunta:

—“¿Cuántos riñones tenemos?”

—“¡Cuatro!”, responde el alumno.

—“¿Cuatro?”, replica el profesor, arrogante, de esos que sienten placer en pisotear los errores de los alumnos.

—“Traiga un fardo de pasto, pues tenemos un asno en la sala”, le ordena el profesor a su auxiliar.

—“¡Y para mí un cafecito!”, replicó el alumno al auxiliar del maestro.

El profesor se enojó y expulsó al alumno de la sala. El alumno era, por cierto, el humorista Aparicio Torelly Aporelly (1895-1971), más conocido como el “Barón de Itararé”.

Al salir de la sala, todavía el alumno tuvo la audacia de corregir al furioso maestro:

“Usted me preguntó cuántos riñones ‘tenemos’. ‘Tenemos’ cuatro: dos míos y dos suyos. ‘Tenemos’ es una expresión usada para el plural. Que tenga un buen provecho y disfrute del pasto”.

La vida exige mucho más comprensión que conocimiento. A veces, las personas, por tener un poco más de conocimiento o ‘creer’ que lo tienen, se sienten con derecho de subestimar a los demás.

Leer el lenguaje corporal

Lenguaje Corporal

Por supuesto que leer el lenguaje corporal no es una ciencia exacta, por lo que aquí te entregamos un poco más de contexto sobre los tips anteriores:

1. Preocupación, sorpresa o miedo puede hacer que las personas levanten sus cejas mostrando disconformidad. Por lo que si alguien halaga tu nuevo corte de pelo y levanta las cejas, puede que no esté siendo sincero.

2. El rango vocal muestra interés. Pero, cuando las mujeres empiezan una conversación tienden a levantar la voz, mientras que los hombres utilizan un tono más grave.

3. Cuando miras a alguien a los ojos, se establece un estado de excitación en el cuerpo. La mirada de un extraño puede general miedo, pero la de un amante, excitación.

4. En un intento por evitar mirar de manera furtiva, algunos mentirosos tendrán el propósito de mantener su mirada fija para ponerte incómodo.

5. Psicológicamente, cruzar las piernas es una señal de que las personas están mental, emocional y físicamente cerrados, lo que significa que pueden ser menos propensos a establecer una negociación.

6. Cuando dos personas se están llevando bien y se sienten conectados, sus posturas y movimientos empiezan a reflejar esa comodidad.

7. La sonrisa es todo acerca de las patas de gallo alrededor de los ojos. Cuando estás sonriendo de alegría se arrugan, pero cuando estás fingiendo no.

8. Alguien que es receptivo a tu humor está más interesado en ti. La risa sirve como una manera de señalar el deseo de una relación, ya sea platónica o romántica.

9. Los líderes muestran una postura erguida, de caminar con propósito, juntan las manos y generalmente usan posturas corporales abiertas y expansivas.

10. Una pierna temblorosa puede ser señal de ansiedad e irritación.

Enfrentar el miedo a hablar en público

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El miedo a hablar en público es uno de los mayores temores de las personas. Y no solo es un miedo que corresponda a los adultos. Los niños también tienen miedo a hablar en público, desde cosas y situaciones tan sencillas como en una tienda tener que pedir algo, preguntar algo al profesor en clase, como otras más complicadas como hablar delante de toda la clase. Sin embargo ser capaz de desenvolverse en ese tipo de situaciones les será de gran ayuda para defender sus derechos y comunicar sus puntos de vista.

¿Por qué nos da miedo hablar en público?

El miedo a hablar en público viene de un temor a ser juzgados negativamente por parte de los demás. La crítica negativa nos genera temor que desencadena vergüenza y nos limita. Este temor es natural ya que nuestro bienestar dependerá en gran parte de la aceptación por parte del grupo social, y además nuestra autoestima se asienta en esos juicios que nos hacen los demás y sobre todo en cómo nos sentimos en relación a dichos juicios.

En el caso de los niños el miedo se acentúa, ya que las mismas razones cobran una mayor fuerza en esta etapa. En la infancia, se está formando la identidad y los juicios negativos tienen consecuencias más negativas, además en esta etapa tiene mucha más importancia ser aceptado por el grupo. Es por ello que el temor a la crítica negativa se encrudece en estos momentos.

¿Qué podemos hacer para que no teman hablar en público?

  • Posibilita las experiencias para que puedan hablar en público. Deja que pidan algo en la tienda, que hablen con otros adultos de la familia o amigos. A menudo tendemos a hablar por ellos, ya que pensamos que les hacemos un favor al explicarnos nosotros mejor. Es cierto que el adulto tiene un mayor dominio del lenguaje y de la comunicación y que nos explicaremos mejor y más rápido, pero también es cierto que si lo hacemos así no le dejamos probar sus capacidades y sobre todo comprobar que no pasa nada, que no tiene por qué recibir críticas negativas.
  • Evita hacer tu mismo críticas negativas, burlas o comentarios. A menudo nos puede parecer gracioso que el niño se lie al explicarse, que se ruboricen cuando alguien les pregunta algo y tienen que responder, etc. Esos mensajes pueden ser interpretados como una burla por el niño y no tomárselo bien.
  • En lugar de eso le animaremos a explicarse, y si se ruboriza o se lía, lo trataremos con naturalidad, explicándole que no pasa nada, que es algo normal que nos pasa a todos de vez en cuando.
  • En el caso de niños tímidos o con más dificultades para hablar, no les presiones o fuerces a ello, ya que conseguirás el efecto contrario. Si se siente presionado se pondrá más nervioso y le costará más hablar en público. En lugar de eso le tranquilizamos, le ayudamos, podemos ensayar en casa, comenzar por grupos reducidos, con pocas personas, etc. También le ayudamos a coger confianza para que poco a poco se vaya soltando.

Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga y Pedagoga